Cada cual tiene sus propios valores; algunos, sobre todo al principio de nuestra vida, nos vienen inculcados por los adultos de referencia, sean padres, tutores o abuelos. Cuando llegamos a la etapa adulta, es posible que cambien más a menudo que antes. Entonces, ¿se cumple eso de que los valores son para toda la vida? Desde el Coaching, te explico un poquito más
Lealtad ha sido, desde que recuerdo, uno de mis valores favoritos; para mí era como una marca de calidad de mi manera de ser, de estar en el mundo.
No obstante, ha sido al convertirme en adulta (en adulta consolidada, como me gusta decir) cuando le he dado a ese valor su verdadero significado.
“Pensad en alguien que haya sido importante en vuestras vidas, que os haya causado un impacto”, dice Maite Abril, coach especializada en Valores, durante un taller virtual organizado por la escuela de crecimiento personal PsicoRumbo; “¿qué valores os ha aportado?”
Abril va escogiendo, carta por carta, cada uno de los 51 principios de “El valor de los valores”, desarrollado por Simon Dolan y Avishai Landau y adaptado por la Escuela Internacional de Valores Zinquo.
Respeto, empatía solidaridad, responsabilidad, voluntad, honestidad, compasión, amor, perdón, gratitud, orden, perseverancia, éxito profesional, tener dinero, lealtad, libertad, relaciones familiares, comunicación, alegría, creatividad o flexibilidad son algunos del elenco de la baraja.
Trazamos cinco columnas y, en cada una, vamos anotando un valor relevante para nosotros. Según van apareciendo otros nuevos, algunas tachamos el anterior y escribimos el principio que nos convence más.
“Lo positivo de esta selección es que escogemos los valores según el momento que estemos viviendo”, dice Abril; “de ahí que toda elección sea legítima, sin miedo a equivocarse”.
Trabaja con tus principios
El patrón seguido para escoger los cinco valores relevantes para uno mismo puede basarse en aquellos que ya se tienen, los que se quieren lograr o un mix de ambos. Maite Abril propone los pasos siguientes:
Escoge cinco valores. Del total de principios con los que conectas, selecciona 5.
Ordénalos. La tarea siguiente consiste en colocar esos valores según la relevancia que tengan para ti.
De uno en uno. Empieza por el primero. ¿Qué significa para ti? ¿Qué otros principios engloba? ¿Cómo lo defines?
Califica tu nivel actual de satisfacción con el valor seleccionado. Usa una escala de 0 a 10, siendo, respectivamente, el menor y mayor grados de satisfacción.
Califica el grado de satisfacción que estás dispuesto a conseguir. Escala de 0 a 10.
Plan de acción. ¿Qué acciones has de llevar a cabo para aumentar ese nivel de realización de tu valor? Escribe en tu Diario Coaching al menos tres acciones que estés dispuesto a llevar a cabo. Sé realista. “Se trata de marcar acciones sencillas, que pautarás para hacer cada día”, dice Maite Abril.
Calendario. Para pasar a tu plan de acción, puedes marcar en tu planning semanal y de lunes a viernes, trabajar cada día con uno de tus valores elegidos.
Puedes elegir el sistema semanal, por el que cada siete días escogerías un valor distinto, para trabajarlo en exclusiva entre lunes y viernes.
“En la base de este proceso está la toma de consciencia del momento que atraviesas ahora”, dice Maite Abril; “acoger esos cinco valores que son importantes para ti”.
Esta experta recomienda “trabajar los valores día a día, durante 5 a 10 minutos, como entrenamiento, pues así lograrás poner el foco en esos principios”; “puedes ponerte una alarma en el móvil y dedicarte esos minutos cada jornada”.
Una última sugerencia de Maite Abril: “cada trimestre deberías hacer un repaso de cuáles son los valores que, en ese momento, son importantes para ti”.
Si has llegado hasta aquí, te cuento algo más acerca de mis valores. Mientras estaba en el taller de la coach Maite Abril, al formular la pregunta acerca de la persona que más había impactado en mi vida y qué valores me aportó, la respuesta surgió sin pensar: mi madre, con su fortaleza y alegría.
Para la última, mi nivel de satisfacción es de 9 sobre 10 y la defino como el valor que nace del agradecimiento, de la humildad y del optimismo, permitiéndome la empatía, la compasión y la libertad-lealtad, empezando por mí misma.
¡Felices Valores Transmitidos! ¡Feliz Coaching!
Y recuerda que…
¿Quién fue la persona que te aportó los principios que guían tu vida?
Lealtad, alegría, flexibilidad, empatía, respeto, orden, comunicación o amistad, ¿cuáles escoges?
¿Cuáles son hoy tus cinco valores preferentes?
¿Cómo definirías cada uno de esos principios?
Trabájalos con acciones pequeñas: ¿Qué has hecho para divertirte hoy?
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