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  • Foto del escritorSilvia Resa López

Una estrategia para tu objetivo

Cada vez que enunciamos un objetivo necesitamos una estrategia, un plan para llevarlo a cabo. Es época de descanso y como solemos decir, en verano hay tiempo hasta para perderlo. Desde el Coaching te invito a emplear parte del mismo en el diseño de tu proyecto.



Objetivo y estrategia han de cumplir una serie de características que se resumen en los acrónimos SMART y PPP. Irina de la Flor, experta en Coaching Consciente, lo explica: “el propósito o reto ha de contener cinco requisitos básicos, como es ser específico, medible, alcanzable, realista y temporal, que resumimos en la sigla SMART"


"Es decir, si mi objetivo es ahorrar, no puedo hacerlo ‘un poco’, sino un número concreto de euros; medible, porque puedo contabilizar lo que ahorro; alcanzable, ya que es una proporción con respecto a lo que ingreso; realista si puedo detraer dicha cantidad del total que gano; temporal, con horizonte o con periodicidad, esto es, empezar a ahorrar tal día a tal hora”.


Ese reto ha de cumplir también la regla de las tres PPP y ser, por tanto, Positivo, Personal y Presente (PPP). Para ello te propongo que lo enuncies en positivo, evitando el “no”; por ejemplo, decir ahorro o estoy ahorrando o también desde el 1 septiembre voy a ahorrar en lugar de “no voy a gastar tanto”; “hacerlo en positivo es importante, ya que el término ‘no’ la mente no lo entiende”, dice la coach Irina de la Flor; “personal se refiere a que soy yo quien actúa y se propone alcanzar el reto”.



Diseñar una estrategia concreta para el objetivo en cuestión nos lleva de nuevo a los términos SMART y PPP. La estrategia ha de ser corta en el tiempo, entre tres y seis meses, ya que este último es el largo plazo para nuestra mente.


“Es conveniente escalarla en tres pasos”, dice la coach, que pone el ejemplo de un objetivo centrado en la búsqueda de empleo; “lo primero es elegir uno de los retos, repartiendo la estrategia entre un primer paso centrado en la búsqueda de ejemplos existentes que nos sirvan de inspiración”


El segundo paso se centraría en la elaboración de un currículum y/o una carta de motivación y dirigirla a las organizaciones o empresas de nuestra elección. Un tercer paso podría ser dedicar unos treinta días a realizar llamadas a los departamentos de recursos humanos de las compañías y organizaciones.



Recursos internos y externos


Una vez vista la estrategia, es tiempo de comprobar nuestros recursos internos y externos. Irina de la Flor nos invita a comprobar cuáles son las cualidades que tenemos. Distingue entre las relacionadas con los principios (honestidad, autenticidad, humildad, responsabilidad o integridad), personales (disciplina, firmeza, determinación o valentía) y de comunicación (elocuencia, naturalidad, espontaneidad o sentido del humor).


Están también las cualidades de adaptación (flexibilidad, paciencia, optimismo o tolerancia), intelectuales (inteligencia, introspección o concentración), de liderazgo en gestión (proactividad, eficacia, rapidez o ambición), creativas (imaginación, sensibilidad o intuición) y de convivencia (educación, empatía, compasión, humildad o generosidad).


La coach Irina de la Flor invita a realizar las comprobaciones siguientes:


Comprobación 1. Cuáles son las cualidades personales que tengo. Los enumero y apunto.


Comprobación 2. Qué conocimientos (de diverso tipo) poseo. Escribo todos.


Comprobación 3. Cuáles son las experiencias que me pueden ayudar en mi objetivo y estrategia. Destaco aquéllas que me pueden ser útiles.


Comprobación 4. Cualidades que debo desarrollar (porque me interesan para mi reto o propósito).


Comprobación 5. Conocimientos que debo adquirir para cumplir con alguno de los pasos de mi estrategia.


Comprobación 6. Experiencias que debo tener para abordar diversos puntos de mi estrategia.


Estas cualidades son parte de nuestros recursos internos. Te propongo que valores cuáles tienes y cuáles te faltan para alcanzar tu objetivo. Dentro de las que posees, puedes evaluar cuáles vas a utilizar y cuáles no emplearás.


Lo mismo para los conocimientos y la experiencia; “las habilidades personales ‘vienen de fábrica’, tanto el amor como la serenidad o la sabiduría nos vienen de serie, sólo hay que desenvolverlas; en cambio, lo que no es propio, sino adquirido, son los conocimientos objetivos explícitos”, dice Irina de la Flor.


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