Decía Antonio Machado que, para dialogar, lo primero preguntar y después, escuchar. La verdad implícita en el aforismo del gran poeta sevillano, perteneciente a la Generación del 98, es lo que constituye la base de una buena comunicación, entendida ésta como fuente de bienestar personal. Desde el Coaching, te propongo hablar acerca de cómo te comunicas.
“Cuando la comunicación es efectiva, fomenta la implicación, la motivación, el compromiso y crea un clima de optimismo saludable”, dice Noemí Boza, experta en comunicación de Género y Liderazgo; “en este sentido, cómo decimos las cosas afecta a nuestro interlocutor, máxime si se vive un momento de tensión; la buena noticia es que se trata de un arte que se puede aprender”.
Creo que la improvisación, como tal, no existe. Me explico: cuando vemos en algunas series y películas cómo el protagonista responde de una manera locuaz, certera y hasta humorística a una afrenta verbal, es posible que pensemos que cómo es posible que no se nos ocurra contestar así a nosotros.
Resulta que esos diálogos son producto de la pericia de varios guionistas que, tras tormentas de ideas y ejercicios de diálogos diversos, dan con la versión que mejor se ajusta a la escena. Por ello es poco probable que uno de nosotros responda de forma tan brillante.
El éxito de estos juegos verbales se basa en su efectividad no sólo para entretener, sino sobre todo para comunicar. Se establece el diálogo entre unos personajes y otros, pero es el espectador el destinatario más importante de dicho acto de comunicación.
Fuente de bienestar
Dice Boza que existe una relación muy estrecha entre comunicación y bienestar personal, de forma que “el líder que conoce las palabras, domina la comunicación”.
Esta última es clave en la vida de las personas, constituye un elemento de progreso social y sirve como herramienta para lograr cambios entre las personas que nos rodean. Así lo cree Noemí Boza, socia y directora de Más Cuota, plataforma dedicada a la generación de contenidos y organización de eventos.
Parafraseando a Luis Castellanos, autor entre otros de “La ciencia del lenguaje positivo”, Boza dice: “cuida tus palabras y éstas cuidarán de ti; las palabras sanan, pero también pueden hacer daño”; “mediante ellas creamos nuestros relatos y lo que somos en la vida se lo debemos a nuestras palabras”.
Claro está que el lenguaje que empleamos no es inocente, pues además de tener un poder de bienestar, incluso motivador, es posible que también cree frustración y resentimientos. Boza tiene para ello una norma de oro: “escucha el 70% y habla sólo el 30%, en proporción a los dos oídos y una sola boca que todos tenemos; a pesar de todo, hablamos mucho”.
La experta en comunicación para el Liderazgo propone además la conocida como Regla del Tres: “si lo que vas a decir perjudica a alguien, no lo digas; si lo que vas a decir sólo te beneficia a ti, no lo digas; si lo que vas a decir beneficia al grupo, dilo”.
Cómo entrenar la comunicación eficaz
Esas palabras cuidadas forman parte del lenguaje positivo, el cual nos activa la vida, mientras que el negativo puede limitárnosla; “puede destruir relaciones”, dice Noemí Boza, quien distingue entre la comunicación intrapersonal, la que se establece con una misma, e interpersonal, con los demás.
“Nuestra comunicación con otras personas depende de cómo nos estemos comunicando con nosotros mismos”, dice Boza; “por eso es importante reconocer el tipo de lenguaje que empleamos para con nosotros, especialmente cuando confrontamos el miedo”.
La socia directora de Más Cuota nos propone, en el siguiente decálogo, los aspectos que caracterizan una comunicación eficaz:
Credibilidad. No basta con saber que dices la verdad: tu mensaje ha de ser verosímil. Desde el Coaching, te invito a mejorar tu lenguaje hablado, así como tu comunicación no verbal. Procura mirar a los ojos mientras hables a tu interlocutor. Utiliza palabras sencillas, en un discurso ligero, pero con el contenido que sea suficiente para transmitir lo que precises.
Resolutiva. La comunicación ha de servirnos para resolver conflictos; es lo que Boza denomina “comunicar en el desacuerdo”. Te propongo que escojas meticulosamente los términos de tu lenguaje, así como tus ademanes.
Oportuna. La oportunidad de un acto de comunicación consiste en decir algo de modo asertivo, en el momento preciso y a través del medio adecuado; “cuando has de decir algo importante ¿lo dices mediante un correo electrónico o un whatsapp?” dice Noemí Boza; “si eliges alguno de esos medios, puedes preguntarte si es para quitártelo de encima rápidamente”.
Apasionada. Los buenos comunicadores contagian sentimientos; “tiene que ver más con el contenido que con la forma”, dice Boza; “al creer en el mensaje, somos capaces de conectar, generando emociones en quienes nos escuchan”.
Empática. “La empatía real es la que te sitúa en la realidad del otro”, dice esta experta en comunicación de Liderazgo; “por lo que lo entiendes desde su realidad, no desde la tuya”.
Positiva. Es conveniente poner el foco en lo positivo, aunque sin excederse ya que, si no, “perderíamos credibilidad”, dice Boza.
Asertiva. La asertividad, en palabras del coach experto en Liderazgo Jorge Salinas, es “decir lo que siento y pienso a la persona adecuada, en el momento justo, con el máximo respeto, vigilando el contexto, haciéndome cargo de lo que diga y sin sentimiento de culpa”.
Adaptada. Lo que comunico he de adaptarlo, ajustarlo, al foro en el que me encuentre.
Amable. Amabilidad no significa condescendencia. La sonrisa es un elemento clave, especialmente cuando se trata de comunicarse con alguien en quien intuimos enfado; “con la sonrisa descolocamos al otro, quien puede reflexionar y modificar su actitud, es decir, se produce un cambio”, dice Noemí Boza.
Generosa. Esta experta en comunicación de Género y Liderazgo nos propone: “intenta hablar primero del plural, para todos los implicados”.
Dicha generosidad puede emplearse para la empatía, por ejemplo, en el caso de que nuestro interlocutor esté enojado; “el enfado parte de la realidad propia, por lo que, si es la otra persona quien experimenta un episodio de ira, nuestra comunicación generosa puede llevarnos a contemplar la escena desde la empatía, esto es, desde la realidad del otro”.
Desde el Coaching, te invito a seguir los cuatro acuerdos enunciados por Miguel Ruiz, maestro Tolteca: “sé impecable con tus palabras, no te tomes nada como personal, no supongas ni adivines y haz siempre lo mejor que puedas”.
¡Feliz Comunicación Eficaz! ¡Feliz Coaching!
Y recuerda que…
Decía el poeta sevillano Antonio Machado que, para dialogar, lo primero preguntar y después, escuchar.
El líder que conoce las palabras, domina la comunicación
Una de las reglas de oro de la comunicación consiste en que, si lo que vas a decir perjudica a alguien, lo evites
El lenguaje que usamos puede producir bienestar, pero también frustración y resentimiento
Creíble, oportuna, apasionada, asertiva, empática, positiva y generosa son algunos de los talentos de la comunicación eficaz
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