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  • Foto del escritorSilvia Resa López

Que será, será...

“Qué será, será”, se preguntaba la dulce Doris Day, uno de los iconos del glamur femenino, allá por la década de los cincuenta del siglo pasado, para responderse en la misma estrofa “lo que sea, será”; algo así ocurre en Coaching, disciplina que postula centrarse en el presente, aunque podamos, mediante el Mandala de Visión, dibujar nuestro futuro ideal


Mirar hacia el pasado nos produce culpa; hacerlo hacia el futuro, preocupación, al menos en términos de Wayne Dyer, el psicólogo estadounidense y autor, entre otros, de “Tus zonas erróneas”. Desde el Coaching te invito a centrarte en el presente; no obstante, puedes diseñar tu futuro ideal, es decir, el reto ya conseguido, e imaginar cómo te sentirás por tu logro. Se llama Mandala de Visión y es una de las herramientas utilizadas en Coaching para situarnos en los tiempos de proceso.





“El mayor regalo es la persona en la que nos convertimos durante todo el camino”, dice María Sánchez, una de las coaches ponentes en el congreso virtual Crecimiento con Conciencia, celebrado a primeros de julio y centrado en los conceptos de autoestima, felicidad y éxito; “lo de alrededor no es más que un reflejo de lo que hacemos, siendo nosotros el proyector y lo que está fuera, el holograma, la imagen que nosotros lanzamos; la primera relación es, pues, la que mantenemos con nosotros mismos”.


“La vida nos pone las cosas delante, pero el estrés nos impide ver eso, que el éxito es sólo una consecuencia”, dice Miriam Martín, una de las dos organizadoras del citado congreso virtual; “sin embargo, estamos tan absortos que nos olvidamos de que ésta es nuestra vida, por lo que sería interesante trabajar primero mi felicidad, con lo que el éxito llegará después”. Según la coach, existen herramientas para ello: “la que más me resuene es la que empiezo a aplicar, para obtener cambios en mi nivel emocional”


Conexión temporal


Pasado, presente y futuro se enlazan con los conceptos de autoestima, felicidad y éxito, tal y como nos explica María Sánchez: “cada uno tiene su propia idea, su propio concepto de la autoestima, de la felicidad y el éxito; sin la primera, la autoestima, no podemos hablar de los otros dos, ya que si no somos capaces de mirarnos como nuestra posesión más valiosa, las relaciones de alrededor no serán tan bellas”; “el de felicidad es un concepto manoseado y se ha llevado a un terreno un tanto naïf; sin embargo, basta con vivir sin asuntos por resolver, es decir, no es alegría ni optimismo, sino estar en una situación de paz, de tranquilidad con nosotros mismos”; “por su parte, el éxito tiene que ver con la consecución de retos, de objetivos”.





Para la consecución de la felicidad, la coach Miriam Martín nos enlaza con el pasado: “el crecimiento personal es un camino a medio-largo plazo cuyos resultados vemos mirando atrás, aunque pueda tener clicks, revelaciones; sin embargo, al mirar atrás es cuando vemos lo que hemos logrado”; “hemos de responsabilizarnos de nuestra propia felicidad, hacernos cargo de lo que es nuestro, saber que podemos recuperar aquello que nos pertenece por derecho, como la abundancia, el éxito y la felicidad”.


Según esta experta, “autoestima son los cimientos de nuestra casa, la cual, si está fuerte, permitirá que lo que se construya encima se sostenga; la felicidad es la reconexión con lo que somos en esencia y el éxito es el resultado de esa felicidad y de esa autoestima”.


Construir el Mandala de Visión


¿Quieres enlazar tus tiempos con los conceptos de autoestima, felicidad y éxito? ¿Deseas vivir tu presente agradeciendo tu pasado y poniendo tu reto en el futuro? ¿Te apetece saber qué será, será? Desde el Coaching te invito a construir tu Mandala de Visión, basado en las explicaciones de la coach y directora de Centro de Estudios del Coaching (CEC) Miriam Ortíz de Zárate.




  1. Materiales. Escoge una cartulina de 0,75 metros por 0,50 metros (ancho y alto). Elige tu color favorito. Prepara rotuladores en varios colores, un lápiz y un bolígrafo que sea legible, teniendo en cuenta el tono elegido para la cartulina. (Si no tienes cartulina, puedes unir por una cara con celofán seis folios, dejando la cara posterior para tu mandala) Selecciona varias revistas, dípticos publicitarios y periódicos. Busca tijeras y pegamento.

  2. Divide tu póster en cuatro cuadrantes. Hacer tu mandala te ocupará, aproximadamente, una hora u hora y media.

  3. Primer cuadrante. Te invito a pensar en un futuro ideal para tí, que podría llegar en uno o hasta en dos o tres años. Algo que te motive, que te ilusione. Plásmalo como collage, seleccionando imágenes y fotografías de revistas, anuncios y periódicos. Tómate tu tiempo para que esa visión se haga posible, como si describieras tu presente ya. Dejar que la imagen aparezca y te inspire.

  4. Segundo cuadrante. ¿Qué te puede impedir lograr ese objetivo? Te propongo que escribas los obstáculos; para ello puedes visualizarte en ese lugar. Te invito antes a que mires hacia atrás, que te preguntes: para llegar hasta aquí, ¿qué he tenido que superar? Plásmalo todo también con imágenes.

  5. Tercer cuadrante. Anota en este espacio aquello que hayas tenido que aprender en tu camino. Te invito a reflexionar acerca de tus aprendizajes no sólo académicos, sino también emocionales, internos. Si te apetece, puedes realizar iconos y/o dibujos a modo de viñeta, para ilustrarlo.

  6. Cuarto cuadrante: ¿Cuáles son tus recursos internos y externos?, ¿de cuáles te has valido en tu proceso de vida hasta ahora? ¿qué es lo que te carga de energía? Te invito a que lo cuentes también en imágenes, pues, como dice Miriam Ortíz de Zárate “así conseguimos que funcione el hemisferio derecho, que es más libre”.

  7. Posteriormente, escoge un lema que resuma tu visión. Te propongo que dejes que emerja hacia el final, cuando esté hecho tu mandala.

  8. Te invito ahora a que hagas una foto con tu móvil y, si te apetece, que lo compartas, pues al contarlo se hace otro ejercicio, como es el de materializar, mediante la verbalización, la visión que tienes de ti.

  9. Finalmente, colocarlo en un lugar visible para tí, donde lo veas.

  10. Anota en tu Diario Coaching las observaciones y visiones que te lleguen cada vez que mires tu Mandala de Visión.




¡Feliz Visión! ¡Feliz Coaching!


Y recuerda que…

  • ¿Te has preguntado alguna vez qué será, será? Como en la canción, lo que sea, será

  • La vida nos pone las cosas delante, pero el estrés nos impide ver que el éxito es sólo una consecuencia

  • Pasado, presente y futuro se enlazan con los conceptos de autoestima, felicidad y éxito

  • En los cuatro cuadrantes de tu Mandala de Visión puedes plasmar tu objetivo, los obstáculos que prevés tener para lograrlo, los aprendizajes y las herramientas para lograrlo

  • Al terminar tu Mandala de Visión, el siguiente ejercicio consiste en contarlo, pues al verbalizar materializas tu propia visión de ti



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