¿Sabes cómo hablar en colores? ¿conoces el significado emocional asociado a cada uno de ellos? ¿Imaginabas que nuestra aura muda de color debido a nuestros pensamientos, sensaciones y estado físico? No se trata de la sinestesia o el intercambio de funciones entre los sentidos, sino de que los colores tienen su propio lenguaje. Desde el Coaching te proponemos aprenderlo
“Somos seres de luz, rodeados e interpretados por los colores que la forman”, dice Pauline Wills, en su libro ‘Terapia del Color’; “cada color tiene su propio espectro de tonos y de matices, así como sus propias frecuencias de vibración, que pueden medirse científicamente”
Y ya que citamos el factor científico, fue gracias a dos grandes investigadores: Isaac Newton (ley de la Gravitación Universal, siglos XVII y XVIII) y Albert Einstein (teoría de la Relatividad, siglo XX) como sabemos, respectivamente, que los colores del espectro están contenidos en la luz blanca y que existe una relación entre las longitudes de onda y la energía de los colores.
“La capacidad del color para afectar a nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu le da la fuerza para calmar, excitar, inspirar, equilibrar y aportar un estado de armonía y curación”, dice Wills.
Ya en la Antigua Grecia, Hipócrates (médico, siglo V a. de C.) estableció el mecanismo de las enfermedades con arreglo a los cuatro humores de los fluidos corporales, cada cual con su color: rojo de la sangre y del corazón, amarillo de la bilis y el bazo, bilis negra y el cerebro y flema blanca con el hígado.
Colores del Aura
El aura es el campo electromagnético que ronda a todos los seres vivos. En el caso de los humanos, tiene forma de huevo invertido, es decir, tiene mayor anchura en la parte de la cabeza y se estrecha en los pies.
Se trata de seis capas que penetran unas a otras y al cuerpo. Cada una de las capas vibra a una frecuencia distinta, que se relaciona con un color determinado.
El color y la frecuencia vibratoria de cada capa del aura se modifican a partir de lo que pensamos y sentimos. Es por esto que algunos terapeutas lo emplean en sus procesos, incluso asociándolo a disciplinas como la acupuntura y la reflexología.
“Los colores del entorno nos afectan de forma sutil pero significativa”, dice Wills; “estar rodeado de tonos aburridos y apagados es agotador; sin embargo, podemos revitalizarnos buscando los colores vivos de la naturaleza”
Se refiere Pauline Wills a hojas, flores, plumaje de las aves, tonos del cielo, del campo, de la tierra y hasta de las nubes. Por supuesto que la selección de colores tanto para nuestra vestimenta como para nuestro hogar tienen un efecto psicológico y emocional en nosotros.
En este sentido, desde el estudio KumKum Fengshui nos dan las claves de los distintos colores:
Rojo. Amor, calor, valor, pasión, poder, espontaneidad, sexualidad, pero también ira y peligro.
Naranja. Amabilidad, alegría, innovación, energía y diversión.
Amarillo. Optimismo, hospitalidad, tranquilidad, creatividad, atemporalidad.
Verde. Crecimiento, renovación, relajación, juventud, orgánico, seguridad.
Azul. Frialdad, frescura, fuerza, calma, serenidad, descanso, confianza, inteligencia.
Morado. Misterio, sofisticación, eternidad, excentricidad, lujo, moda, exotismo, frivolidad.
Rosa. Ilusión, ensoñación, infancia, ternura, delicadeza, cortesía, erotismo, dulzor, encanto.
Café. Acogimiento, estabilidad, confort, calidez, rusticismo.
Visualizar el color
“Generalmente, nuestra elección de color se basa en una atracción inconsciente por el mismo”, dice Wills; “a medida que crecemos en sensibilidad, aprendemos a seleccionarlos con el fin de mantener una armonía y equilibrio, o también para cumplir los requisitos de una zona de nuestro hogar”.
La experta Pauline Wills nos propone un ejercicio terapéutico de visualización del color, válido para la relajación de cuerpo y mente. “Puedes utilizar cualquier elemento de la naturaleza como foco de visualización, pero cada vez que trabajes con este método, procura elegir un objeto de distinto color, de modo que puedas exponerte a diferentes colores en cada ejercicio”
Échate o siéntate en un lugar tranquilo. Cierra los ojos y cuenta hasta diez, hasta que tu mente se encuentre tranquila.
Visualiza una flor, tu favorita, con sus pétalos y hojas. Imagina que crece tanto que puedes arrastrarte por el interior. Túmbate en ella y apoya tu cabeza en los estambres. Como el sol se filtra por sus pétalos, ves la luz del color de tu flor favorita.
Sigue absorbiendo la luz durante el tiempo que desees. Sal de la flor, abre los ojos y anota en tu Diario Coaching cuáles son tus sensaciones.
De forma intuitiva, todos sabemos de qué color nos gusta vestirnos, dependiendo de nuestro estado de ánimo. Desde el Coaching, te invito a seguir tu intuición para vestirte del color que mejor te vaya y complemente.
¡Feliz Color! ¡Feliz Coaching!
Y recuerda que…
Los colores tienen fuerza para calmar, excitar, inspirar, equilibrar y aportar un estado de armonía y curación.
Podemos revitalizarnos buscando los colores vivos de la naturaleza.
Los tonos del entorno nos afectan de forma sutil pero significativa.
A medida que crecemos en sensibilidad, aprendemos a seleccionar los colores con el fin de mantener la serenidad y el equilibrio.
Los colores hablan su propio lenguaje de valores: el rojo, pasión, el naranja, amabilidad, el azul es calma, el amarillo es optimismo y el verde, relajación.
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