¿Qué prefieres: pasado, presente o futuro? ¿Eres de los que se quedan en lo que ha sido, en lo que ya pasó? ¿O te gusta pensar en lo que está por venir, cuando consigas un nuevo trabajo, una casa mejor o una pareja ideal? Desde el Coaching te propongo entrenar tu presente, centrando tu observación en lo que eres y en aquello de lo que dispones, ahora, para avanzar ¿me acompañas?
Los expertos en Neurociencia aseguran que elaboramos nuestras memorias de una manera muy personal, hasta el punto de que dos individuos que vivan un mismo acontecimiento pueden recrearlo, tiempo después, de formas muy distintas.
La clave está en dicha re-creación, proceso en el que empleamos también nuestros recursos emocionales y donde el ego, esa figura encargada de nuestra supervivencia, contribuye a protegernos, eliminando aquellos aspectos que puedan dañarnos, por así decirlo.
El pasado, por tanto, puede no ser tan cierto como pensamos. Es más, puede traernos sentimientos de culpa y vergüenza en el caso de aquellos episodios de nuestra vida que aún no tengamos confrontados. Si vivimos mirando hacia atrás, podemos perdernos lo que tenemos delante.
El futuro, por su parte, puede crearnos cierta ansiedad, pues nos lleva a la incertidumbre del qué pasará o del qué no pasará. Si vivimos en el futuro, en lo felices que seremos cuando alcancemos lo que anhelamos, también nos podemos perder lo que tenemos ante nosotros.
Vivir en el pasado nos trae angustia. Vivir en el futuro, preocupación. ¿Dónde nos quedamos, entonces? Eso es: en el presente.
“El camino es lo importante, el aquí y el ahora”, dice Luján Comas, cirujana y vicepresidenta de la Fundación Icloby, que imparte cursos sobre conciencia y liderazgo; “quizá haya sido mi profesión, mi contacto con la enfermedad y la muerte lo que me ha empujado en esa búsqueda del sentido de las cosas y me ha llevado a encontrar su trascendencia”.
Una conciencia bien despierta
“Todo el cántico de la vida es para hacernos conscientes de que lo único que hay es el presente”, dice Comas, que ha participado hace unos meses en el Festival de Verano Crecimiento Conciencia, organizado por Vero Fernández, autora y mentora profesional.
¿Cómo podemos vivir en el presente? ¿qué hacemos para entrenar esta estrategia de la conciencia? Te invito a seguir los pasos que nos indica esta experta, coautora de “¿Existe la muerte? Ciencia, vida y trascendencia”.
Presencia. Se trata de tomar conciencia de que estoy aquí (cocinando, estudiando, dando una charla o planchando), de que soy yo la que hace algo en este momento; “desde mi esencia, que en presente es mi presencia”.
Intuición. Luján Comas nos propone tener fe, aunque prescindiendo de su connotación religiosa, pues “supone sentir que aquello es real, que es; la fe a la que me refiero no es un proceso mental; de hecho, aunque la mente me diga que no, yo sé que es que sí, ya que lo sé, lo siento dentro de mí”.
Comas nos habla de oír a nuestra intuición, a ese Pepito Grillo que nos sugiere lo que es nuestro siguiente paso.
¿Qué siento yo? Dice esta experta que el corazón alberga 40.000 neuronas: “es el primer órgano que se desarrolla en el feto y que pulsa con la vida, por lo que está más en el aquí y ahora, en el presente”; “al estar en la conciencia, hemos de estar en el presente para actuar”.
Creencias. La cirujana nos invita a abandonar las creencias “que son una prisión, nos limitan”; “si nos ponemos a analizarlas, ni siquiera son nuestras, sino que proceden de la familia o de la sociedad, por lo que no funcionan”. Comas nos propone “ser el observador de la creencia”.
Toma de conciencia. Hay un ejercicio que Luján Comas nos recomienda: tomar conciencia de los momentos presentes a lo largo del día; “estaremos cada vez más en el presente”, a lo que esta experta añade la función de observadores de nuestros pensamientos, para detectar si nos vamos del aquí y ahora.
Si abandonamos momentáneamente el presente, “hemos de volver, ya que la mente se va al pasado o hacia el futuro, aunque impide el presente; sin embargo, es en este último cuando tomamos las riendas de nuestra vida”.
Despertar de la consciencia. “Este proceso no consiste en tener, de repente, una iluminación”, dice Comas; “sino que es un entrenamiento del día a día observando, sintiendo y buscando los significados de las cosas”.
Soy quien soy. Las experiencias que vivimos nos convierten en quienes somos, tal y como dice esta experta: “todo me ha ayudado a ser la persona que soy hoy y ésta que soy no la cambiaría por la de hace treinta años”.
“Vivir la vida es lo que hace que la experimentes”, dice la doctora Luján Comas; “somos conscientes, en esta etapa del mundo, de que nuestra acción interviene, de que nuestro pensamiento y sentimiento son importantes para el universo, para la naturaleza y para el resto de las personas”; “por ello, hemos de tomar conciencia de lo que pensamos, sentimos y hacemos, aunque sin presión”.
¡Feliz Entrenamiento del Momento Presente! ¡Feliz Coaching!
Y recuerda que…
Sea cual sea tu actividad en este momento, te propongo que seas consciente de ello.
El corazón es el órgano que siempre está en el presente.
Las creencias pueden ser una prisión que nos limita.
La toma de consciencia se logra observando, sintiendo y buscando el significado de las cosas.
Vivir la vida es lo que hace que la experimentes.
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