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  • Foto del escritorSilvia Resa López

El orden que sana

¿Eres de las personas que vas de compras para aliviar su estrés? ¿Tienes dificultades para ordenar tus armarios porque ya no tienes dónde guardar tanta ropa? ¿Te culpas por no ser lo suficientemente ordenado? ¿Cambias a menudo de calzado y complementos o sueles utilizar los mismos, una y otra vez? ¿Tienes prendas que aún conservan la etiqueta y que no has estrenado? Desde el Coaching te invito a conocer qué hay detrás de tus dificultades con la organización.



“No vale con comprar y guardar, aunque esté bien almacenado”, dice Adelaida Gómez (@ordenstudio) organizadora profesional y fundadora de la Escuela del Orden; “a las cosas hay que hacerles un mantenimiento y además son responsabilidad de cada uno, no de los demás”.


La acumulación de objetos, libros, prendas y papeles es uno de los hábitos más comunes de la sociedad actual, “que nos lleva a consumir sin propósito, aunque no haya nadie en casa para atenderlo”, dice esta experta, que ha participado en el congreso virtual “Ikigai, el secreto de una vida larga y feliz”, organizado recientemente por la coach Yerutí Espina.

Todo ello lleva a que “como tengo mi casa como la tengo, no deseo ni verla, por lo que los fines de semana aprovecho para quedar con amigos a comer fuera, a salir y alejarme, pues así no veo el caos de vida que siento que tengo”, dice Adelaida Gómez.

“¿Quién te rescata de todo esto?”, se pregunta en alto esta experta, que ve que este proceso genera, paulatinamente, un malestar en la persona, “que va experimentando una sensación de ahogo que puede derivar en estrés y ansiedad, entre otras patologías”.

Como organizadora profesional, Gómez es consciente de que “nadie puede creer que todo ello se debe al ritmo de vida que llevamos, donde nuestro centro se sitúa en el modo de consumir, es decir, nos situamos en la sociedad según lo que tenemos, no por lo que somos”.


Una revolución social


“Nuestra profesión como organizadores sigue siendo desconocida, aunque su origen se encuentra en un estilo de vida que construimos como sociedad”, explica Adelaida Gómez; “los roles de la mujer en casa y el hombre recaudador cambiaron a los de ambos fuera del hogar”; “la primera revolución estaba en marcha, pues ¿quién se ocupaba de la casa y de su contenido?”.



“De esta nueva forma de sociedad derivaron otras profesiones, que surgieron en la década de los ochenta del siglo pasado en Estados Unidos”; “estos profesionales ganaban más dinero, por lo que gastaban y consumían más, aunque sin propósito, a lo que se añade que nadie se ocupaba de todo lo que se adquiría”.

En este punto es donde se explica la existencia de las organizadoras profesionales; “entramos en los hogares de la gente a hacer que la suya sea una vida con sentido, en base a una organización consciente”, dice Adelaida Gómez; “se trata de que todo lo que haya en sus espacios tenga un propósito, un para qué, es decir, que no sea sólo guardar por guardar”.


¿Sabes lo que tienes?


Un profesional de la organización ayuda a que la persona conozca qué es lo que tiene, para qué lo tiene y por qué lo quiere guardar.

Desde el Coaching, te propongo seguir el decálogo de Adelaida Gómez para lograr el orden consciente:



  • Para qué. “Todo lo que compres y hagas ha de tener su para qué, ya que, si no, estarás actuando de forma inconsciente y, tarde o temprano, serás esclavo de los resultados”.

  • Espejo. “El estado de una casa o de un espacio revela cómo está la mente de quien lo habita”.

  • Responsabilidad. “El ejercicio de responsabilidad empieza en el consumidor, a nivel personal; no obstante, la obsolescencia programada genera e impulsa un mercado de consumo en el que arreglar algo sale más caro que comprar otro objeto idéntico”.

  • Elección. “Se puede vivir de otra manera, escoger el modo de vida que desees”; “si algo funciona, no lo cambies”, dice Adelaida Gómez. “Con nuestros clientes, lo primero es fijarnos en lo que funciona para descartarlo, porque no lo vamos a tocar; después, nos centramos en aquello que no va, para mejorarlo”.

  • Conexión con la realidad. “Una actividad tan sencilla como fregar los platos te conecta con la realidad”, dice esta experta; “mantener este tipo de acciones es algo necesario para el cerebro, tenga uno la función y posición social que tenga”.

  • Asignar valor a la tarea. Derivado del punto anterior, “es más fácil delegar un trabajo cuando uno lo ha desempeñado previamente, pues se reconoce el esfuerzo y el coste que conlleva”.


“Es así como se aprende a soltar y asignarle el valor a la tarea ya que, a veces, en las labores cotidianas existe un valor profundo que no se sabe apreciar a primera vista”.



  • Nivel de exigencia. “Solemos tener un nivel elevado de exigencia y hay que pensar que un problema de cierta intensidad conlleva un mayor tiempo de resolución”, dice Adelaida Gómez; “por ejemplo, si tienes toda tu casa por organizar, no te llegará con dedicarle sólo un día”; “tendrás que priorizar, que ordenar mentalmente qué deseas que pase en ese espacio durante los próximos días y semanas”.

  • Desde lo global a lo particular. “Antes de meterse con la casa, organiza primero la información en tu mente, bájala a tierra, ocupándote de las tareas desde lo global a lo particular”.

  • Discernir. “Cuando organizas y ordenas tu vida, lo que haces es colocar y, por tanto, discernir qué es lo que quieres y qué es lo que no”; “empiezas a darte cuenta de muchas cosas, algunas agradables y otras no tanto, por ejemplo, la limpieza de tus relaciones, para apartar las que para ti son tóxicas o no te aportan valor”.

  • Ser consciente. “En el caso de que nunca hayas hecho una limpieza, debes revisar tu mapa de creencias y valores, poniéndolo del revés, cuestionando todo lo que eres, desde lo más profundo hasta el pensamiento más reciente”; “tú eres mucho más, de ahí que tengas que ponerlo todo patas arriba, para llegar al ser consciente que eres”.


Para quienes habéis llegado hasta aquí, deciros que detrás del orden de los espacios que habitamos hay otro que corresponde a nuestro mapa mental y emocional.

A través del coaching del Orden es posible sanar malestares, atenuar emociones y modular los pensamientos.

Basta con darse cuenta de que, como nos recuerda la organizadora profesional Adelaida Gómez: “hace décadas la organización del hogar era un trabajo casi invisible, mientras que ahora hemos visibilizado que el orden ha de estar a cargo de alguien y esa función es muy importante; de hecho, cada cual tiene su cometido y todos ellos son relevantes”.


¡Feliz Orden Consciente! ¡Feliz Coaching!



Y recuerda que…

  • En las labores cotidianas existe un valor profundo que, a veces, no se sabe apreciar a primera vista.

  • Detrás del orden de los espacios que habitamos hay otro que corresponde a nuestro mapa mental.

  • Solemos tener un nivel elevado de exigencia, aunque un problema de cierta intensidad conlleva un mayor tiempo de resolución.

  • A través del coaching del Orden es posible sanar malestares, atenuar emociones y modular los pensamientos.

  • Hoy hemos visibilizado que el orden ha de estar a cargo de alguien y que esa función es muy importante.

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