top of page
  • Foto del escritorSilvia Resa López

Amistad sin reservas

¿Recuerdas lo sencillo que era hacer amigos cuando eras pequeña? Se conectaba con otra niña y a través de la intuición se seguía la amistad. Algo tremendo debía ocurrir para que esa amiga no te “ajuntara” y decidiera no invitarte a su cumpleaños. En cualquier caso, después de algunas lágrimas y reproches, se volvía a ser amigas, como si tal cosa. ¿Sabes lo que es la amistad sin reservas? Desde el Coaching te invito a acompañarme para conocer las reglas de Oro de la Amistad



¿Qué es para ti un amigo? ¿qué supone para ti ser amiga? Puede que seas de las personas que recibes, siendo más lo que te llega que lo que das. O al revés, eres de los que das, sin esperar nada a cambio.

No obstante, el universo tiene sus propias leyes y, por la de compensación, tanto se da como se recibe; la amistad es también así: ha de estar en equilibrio.

Unos días atrás he mantenido una conversación con una amiga; hacía tiempo que no nos veíamos, ni hablábamos. Intuía que podía ser por una razón, como mi intención de cambiarme de casa; al dejar de vivir en el mismo barrio, quizá ella sintiera que era el final de nuestra relación.


Hemos estado sin enviarnos mensajes, sin comunicación. Una mañana, tras un intercambio de whatsapps, decidí decirle cómo me hacía sentir lo que yo interpretaba como un parón en nuestra comunicación.


Ella respondió no sólo mediante un mensaje, sino que hizo una llamada. Comentó que sentía que “me estaba desatendiendo”. Al hablarle, le aclaré que no se trataba de que me atendiera, sino de la responsabilidad que ambas teníamos ante nuestra amistad.

Atención, pero no exclusiva; interés, aunque no únicamente hacia la otra persona; comprensión e incluso compasión empática fueron términos que mencionamos en nuestra conversación.



Las leyes de la amistad


Mientras somos pequeños, al aprender la socialización, hacer amigos sigue las reglas del sentido común, de modo que la cercanía puede ser un aspecto determinante para señalar a otro niño como nuestro “amigo más amigo”.

Al ser adultos, sin embargo, la cosa cambia; experimentamos nuestra propia evolución y muchas veces proyectamos la imagen de quienes creemos que somos, así como nuestras conductas.


De tal manera que, en ocasiones, el equilibrio se descompensa, deja de ser tal, quizá porque, de una parte o de las dos, la intención se detiene; “vivimos en unos equilibrios que pueden no ser estables al 100%”, dice Rocío Lapuente, doctora en Ciencias Químicas y terapeuta en procesos de Transformación; “pues todo equilibrio, en realidad, está en movimiento”.



Esta experta, que ha participado recientemente en el congreso virtual “Tú eres tu medicina”, organizado a su vez por la coach Cristina Hortal, pone un ejemplo: “cuando voy en bicicleta, estoy en equilibrio, aunque este último se mantiene, precisamente, por el movimiento, pues nada en la vida está parado”.

“Si te está ocurriendo algo incómodo en tu vida, no dejes que vaya a más, arréglalo, busca soluciones, apoyo y acompañamiento para lograrlo”, dice la terapeuta Rocío Lapuente.

¿Conoces cuáles son las leyes de la amistad?


  1. Respeta que eres quien eres. Esto está relacionado con el valor de la autenticidad y con el hecho de ser genuina.

  2. Confianza. Saber que cuando cuentas algo a un amigo éste no lo va a revelar ni propagar.

  3. Compasión empática. Esa persona va a ser capaz de ponerse en tu lugar y entenderte, aunque no comparta lo que digas o la forma en la que lo expreses.

  4. Apoyo y acompañamiento. El amigo te escucha y luego te pregunta qué vas hacer, cómo lo vas a hacer y cómo te puede ayudar.

  5. Conexión. Es fundamental entre amigas. Para entenderse.

  6. Aceptación. La otra persona te acepta tal cual eres, con tu manera de ser, con tu conducta.

  7. Lealtad. Entre amigos, este valor puede englobar algunos de los anteriores. Se es leal con el otro cuando se conecta, se respeta, se confía, se le acepta y se le acompaña.

Para quienes habéis llegado hasta aquí, os cuento más sobre esta amistad. Tras reflexionar, me he dado cuenta de que soy una persona acostumbrada a dar mucho, aunque no reciba. Mi amiga se sitúa en la misma línea, por lo que ambas generosidades iban en paralelo, sin llegar a rozar a la otra persona.


Cuando mi amiga dejó de comunicar, yo interpreté que tendría sus cosas, que quizá temía el desenlace. Mientras tanto, yo me replegué para “no molestarla”

Esta vez, al hablar con ella, me di cuenta de que debía hacer algo, expresarle cómo lo entendía yo, pues así me lo indicaba mi sentido de la responsabilidad.

Ella recogió el guante y ha respondido, por lo que hemos seguido conectando cada vez mejor. De este desapego he aprendido que hay que hacer saber a los demás cómo nos sentimos, pues nadie más que nosotros estamos en nuestra propia cabeza.

En palabras de Rocío Lapuente: “si las cosas no suceden, suele ser porque hemos de hacer algún cambio para que ocurran, transformar algo en nosotros para que se den tales circunstancias”.



¡Feliz Amistad Auténtica! ¡Feliz Coaching!


Y recuerda que…

  • ¿Qué es para ti un amigo? puede que seas de las personas que recibes, siendo más lo que te llega que lo que das.

  • Si te está ocurriendo algo incómodo en tu vida, no dejes que vaya a más, arréglalo.

  • Atención, interés, respeto, compasión empática y comprensión son factores clave en una amistad consolidada.

  • El amigo te escucha y luego te pregunta qué vas hacer, cómo lo vas a hacer y de qué manera te puede ayudar.

  • La conexión entre amigas es fundamental para entenderse.

65 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page