¿A quién le cuentas tus secretos?
- Silvia Resa López
- 27 oct 2020
- 5 Min. de lectura
¿Tienes algún secreto? ¿Lo guardas sólo para ti? ¿Con quién lo compartes? ¿A quién le cuentas tus cosas mÔs reservadas? ¿O prefieres no contÔrselo a nadie? ¿Es tu ficus tu confidente? ¿Acaso tu mascota? ¿Eres de los que se cuentan los secretos a sà mismo? Desde el Coaching te invito a descubrir las ventajas de la compartición, si tal es tu objetivo

Confianza, sinceridad, autenticidad y liberación, pero tambiĆ©n vulnerabilidad, temor y vergüenza. Son los tĆ©rminos que entran en el juego de revelar nuestros secretos. Los expertos recomiendan escribir manualmente aquello que queremos liberar; sin embargo, cuando se trata de algo Ćntimo y personal como lo es un secreto, existe la posibilidad de que alguien lea nuestro diario.
Hace un par de aƱos contĆ© a un amigo la historia de un percance que sufrĆ cuando era adolescente. Durante nuestra conversación, no dudĆ© en referir hasta los mĆ”s Ćntimos detalles, en la creencia de que Ć©l respetarĆa el tono personal de mi confesión.
Cuando terminĆ©, entre bromas y risas -he de reconocer que su sentido del humor es uno de sus mejores valores- me preguntó que cuĆ”nto de secreto tenĆa mi historia y que si podĆa contarla. Me quedĆ© algo contrariada, dado que hasta ese momento me habĆa sentido muy bien por el hecho de compartir y verbalizar lo que pensaba que era algo oscuro en mi pasado.
Lo mirĆ© decepcionada; sin embargo, en ese instante me di cuenta de que al decir en alto mi secreto me habĆa liberado de un gran peso. CaĆ en la cuenta de que no era tan importante, pues se trataba de un hecho del pasado que habĆa contribuido a que fuera la mujer que era en ese momento, la que soy hoy. DecidĆ darle permiso, aunque sin comprender del todo quĆ© beneficio encontrarĆa en divulgar algo tan propio de otra persona. Ocurrió otra revelación: tambiĆ©n me di cuenta de que Ć©l no serĆa mi confidente nunca mĆ”s.
Secreto secretĆsimo
De tal experiencia extraigo hoy nuevas conclusiones; en primer lugar, agradezco a esa persona que me permitiera darme cuenta de que un secreto envuelve culpas y gravedades que sólo existen para su guardiÔn. En segundo lugar, me ha hecho ver la necesidad de escoger cuidadosamente a quién le cuento mis experiencias mÔs personales, mis asuntos mÔs reservados.

ĀæA quiĆ©n le revelamos nuestros secretos? QuizĆ”s a una amiga (aunque en mi caso no lo consiguiera, eso no quiere decir que no exista), a tu mascota, sea perro, gato, ardilla o tortuga; tambiĆ©n a alguien que ya no estĆ©, valiĆ©ndote de una foto o de algĆŗn objeto favorito, o tambiĆ©n a uno mismo. En este Ćŗltimo caso, desde el Coaching te propongo que āte cuentesā tus secretos sin temor a āhablar soloā, dado que ya existen expertos que aseguran que tal es la costumbre de la gente inteligente. Veamos:
1. Compartirlo con un amigo. Ćsta es tal vez la opción mĆ”s concurrida, al menos en las primeras ocasiones. Hablas con esa amiga o con ese familiar en quien depositas tu confianza. Se lo cuentas⦠¿para quĆ© se lo revelas? Āæpara quĆ© a esa persona en concreto? Āæmides antes algĆŗn aspecto, por ejemplo, su grado de lealtad? Āæcrees que es importante dejarle claro desde el principio que es un secreto y que como tal debe seguir entre ambos? ĀæquĆ© ocurrirĆa si lo llegara a contar a terceras personas?
2. Compartirlo con tu mascota. Resulta que tu perro, tu gato, tu ardilla, hurón o jilguero ha resultado ser un confortable confidente. A esa mascota le cuentas tus secretillos, desvelos y hasta sientes cómo te consuelan. Es uno de los mĆ©todos para liberarse del estrĆ©s del secreto, si bien es cierto que, aunque llegues a sentir su empatĆa (sobre todo en el caso de los canes) tienen escasos recursos lingüĆsticos.
3. Compartirlo con otros seres vivos. Una planta, un Ć”rbol o un arbusto pueden ser tambiĆ©n escuchantes. De hecho, una de las formas de obtener calma y conexión con la naturaleza es la prĆ”ctica de abrazar Ć”rboles, asirse a su tronco, rodeĆ”ndolo con los brazos, y sintiendo su energĆa.

4. Compartirlo con quien se fue. Si su recuerdo te permite mantenerte serena, hablar con una persona que ya no estĆ” puede ser interesante. Es cierto que no mantendrĆ”s una conversación convencional, pero dado que tu objetivo es contar un secreto, podrĆ”s obtener feed back o retroalimentación al recordar quĆ© te decĆa en vida, cómo te hacĆa ver lo que sentĆas o lo que realmente deseabas. Desde el Coaching te propongo que emplees la herramienta de las dos sillas: en una te sientas tĆŗ y en la otra, el recuerdo de esa persona tan especial. Puedes imaginarla, a ella o a su energĆa. Ya estĆ”s listo para contar tu secreto.
5. Compartirlo con objetos. Dice Marie Kondo, la experta en Feng Shui del Orden, que para saber si un objeto ha de seguir en nuestra vida, hemos de mirarlo y entender cuĆ”l ha sido y es nuestra relación con Ć©l: Āæha representado un momento importante en nuestra vida? Āænos recuerda a una amistad especial? Āæmarcó quizĆ” un antes y un despuĆ©s en nuestra trayectoria laboral, social o personal? La potencia y fortaleza de tal objeto lo convierten en un sĆmbolo que tal vez a ti te facilite la transmisión de tu secreto.

6. Compartirlo con lugares. La conexión que tenemos con algunos espacios la sentimos como muy real. ĀæTienes ese lugar especial donde quizĆ” se produjo tu despertar de la conciencia? ĀæO quizĆ” fue el sitio en el que te diste cuenta de a quiĆ©n querĆas? ĀæHay un espacio relevante en tu vida, algĆŗn pueblo o ciudad favorita?. En mi caso, he tenido El Escorial en Madrid como espacio preferido, tanto por su energĆa como por el poder equilibrador que desde siempre he sentido allĆ. TambiĆ©n me ocurre en la ciudad asturiana de Gijón y en la portuguesa Oporto. En todas ellas he tenido grandes revelaciones para mĆ, tras revelarles algĆŗn secreto.
7. Compartirlo contigo misma. Por si no te convence ninguna de las anteriores, o tambiĆ©n como complemento, estĆ” la opción de autorreferirte el secreto: cuĆ©ntatelo a ti misma; no te importe āhablar a solasā, algo que puedes hacer en la intimidad, o mientras das un largo paseo. Como herramienta de apoyo, puedes grabar tu monólogo, por ejemplo, en tu telĆ©fono móvil. Esto Ćŗltimo te permite volverlo a escuchar, para asĆ evitar en lo posible ācaer en el bucle emocionalā.
Revelar secretos nos libera, nos permite sentirnos mejor y darnos cuenta de en quƩ punto estamos. Desde el Coaching te invito a escoger a tu socio de confidencias y te propongo que vayas rotando las distintas opciones, a las que puedes aƱadir las tuyas propias.
”Feliz Confidencia! ”Feliz Coaching!

Y recuerda queā¦
Revelar secretos nos libera, nos permite sentirnos mejor y darnos cuenta de en quƩ punto estamos
Para compartir un secreto es preciso escoger a un socio de confidencias, como un amigo, la mascota y hasta una planta
Cuando se trata de algo Ćntimo y personal como lo es un secreto, existe la posibilidad de que alguien lea nuestro diario, o escuche la conversación
Hay objetos cuya potencia y fortaleza los convierten en iconos que nos facilitan la transmisión de nuestro secreto
A veces un lugar es el escenario propicio con el que compartir algo Ćntimo que deseamos liberar