¿Tienes ya el mando a distancia de tu propia vida? ¿quizás es el ego quien la comanda? ¿conoces la manera de conectar con tu Ser, para lograr la vida que mereces? Desde el Coaching te invitamos a agarrar el mando, a observarte, a tomar distancia y hacer caso a tu alma, ¿te sumas?
“Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí” es un aforismo atribuido al pensador chino Confucio (siglo I a.C.) que traigo aquí porque describe de forma acertada mi propio sentir con respecto al tema de hoy. Lo explico.
La primera vez que escuché que el universo es mental y que somos nosotros quienes elegimos la vida que tenemos, la que imaginamos, me causó cierta curiosidad, aunque reconozco que fue pasajera.
Pasado algún tiempo, desde diversas fuentes volvió a venirme el mismo concepto; esta vez lo entendí. Finalmente, al llevarlo a cabo ahora, lo estoy aprendiendo.
“Podemos elegir desde dónde vivir, desde qué lugar y creencia, desde la posibilidad”, dice Millie Lay, experta en Astrología; “podemos escoger vivir desde el perdón, desde el amor, encontrándonos con la infinitud que hay en nosotros”.
Tomar el mando
Posiblemente te estés preguntando cómo se hace esto, por dónde empezar y de qué manera se puede cambiar el foco. La experta en Astrología y coach Millie Lay da varias pistas:
Pista # 1. Autoobservación. Se trata de observar, de observarte sin juzgar. Por ejemplo, si estás triste, evita estresarte por esa emoción, por sentirte mal físicamente, porque hayas discutido con tu pareja, por haber terminado una relación larga y sentir que “podrías haberlo evitado”.
“Al juzgarnos, la mente nos habla y todo se vuelve más espeso, nuestro cuerpo empieza a sentir algo que está muy mal, lo cual no es así, ya que no estamos en un espacio de ecuanimidad”, dice Lay.
Para tales ocasiones esta experta nos propone “estar en espacios de silencio, con tranquilidad”; “obsérvate, escribe, usa el arte y, ante pensamientos del tipo no debería haber hecho eso, no me va a pasar nunca más, qué tonta he sido o también es horrible vivir así, sé consciente de que todo pasa”
Pista # 2. Sin resistencia. Millie Lay propone que nos dejemos fluir, “evita decir que tal situación va a ser eterna, deja de resistirte”; “si la lección que vas a aprender la dejas pensando desde tu ego, éste lo va a ver todo terrible, fúnebre, de forma dolorosa”.
Pista # 3. Distancia. “Puedo volverme como alguien que mira a quien le está pasando todo esto que ocurre, dándome cuenta de que no soy eso que está sucediendo, sino alguien que observa”.
Dice Millie Lay que es entonces cuando se le da el mando a este observador sin resistirse, pues, cuando interviene el ego, “quiero que esto termine, que pase, quiero una fecha”.
Pista # 4. Toma el mando. “El cuerpo, el avatar que creo ser, rechina, se incomoda, le duele, hasta que le doy el mando a mi Ser superior, me entrego y observo todo”, dice Millie Lay; “es un entrenamiento que algunas veces sale y otras veces, no”.
Pista # 5. Ser Superior. Millie Lay nos invita a preguntarnos: “¿lo estás pasando mal? pasará; ¿estás triste?, pasará; ¿enojada?, pasará; ¿estás feliz?, pues también pasará, así que quédate en el momento presente y date cuenta de que cuando uno mismo empieza a comandar, todo lo que le ocurra al ego, siempre y cuando seas consciente de que tú no eres ese ego, dará un mayor poder a tu Ser superior”.
Pista # 6. Amor incondicional. Al dejar de resistirte, de creer que estás haciendo algo mal, de que eres culpable o de que la vida te hace esto o aquello, es cuando te das cuenta, según Millie Lay, “que tienes el mismo acceso que tenemos todos, a través del amor infinito e incondicional, a la eternidad que eres y a habitarlo todo”
Pista # 7. Colaboración. “Es el momento de la colaboración, dejemos de competir, pues hay abundancia para todos”, dice Millie Lay.
Para quienes habéis llegado hasta este punto, me extiendo un poco con respecto a mi propia experiencia en esto de pasar el mando a distancia a mi Ser Superior.
Como se trata de un entrenamiento de vida, cuanto más lo ejercito, mejores resultados obtengo. Por ejemplo, la abundancia. Considero que me la merezco y se la pido al universo desde el deseo, no desde la necesidad. Y llega. Y se queda conmigo en una gran parte de las áreas de mi vida. Así que reconozco esa respuesta de la Matriz Cuántica, de la Fuente, de Dios o del Cosmos, como queramos denominarlo, y la agradezco.
Por supuesto que hay momentos en los que siento tristeza, ira, miedo, incluso soledad. Entonces recurro a la herramienta del director de escena, saliendo de ésta para verme en la situación que sea.
De esta forma, me dejo sentir, pues me doy cuenta de que todo pasa y de que, si bien es cierto que el dolor es inevitable, en cambio puedo esquivar el sufrimiento.
También es cierto que, al estar en fase de aprendizaje, hay veces en las que todavía no me sale bien el ejercicio. Es cuando aplico mi herramienta más certera y radical: el buen humor. Y créeme, éste no falla.
¡Feliz Pase del Mando a tu Ser Superior! ¡Feliz Coaching!
Y recuerda que…
El universo es mental, cada uno de nosotros piensa y crea su propia vida.
Deja de pensar que la situación que vives va a ser eterna, ya que pasará.
Si te das cuenta de que tú no eres tu ego, puedes cederle el mando a tu Ser Superior.
Puedes convertirte en el observador que mira lo que te ocurre desde la distancia, sin juzgar.
Es el momento de la colaboración, dejemos de competir, pues hay abundancia para todos.
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