¿Qué deseas hacer en tu vida? ¿para qué te levantas cada día? ¿cuál ha sido tu último reto? ¿qué quieres para sentirte bien? Algunos expertos consideran que, si identificamos el qué y el para qué, tendremos el cómo. Te propongo conocer el proceso para poner en marcha tu propósito, desde el Coaching
Una amiga que vive sola con su gato me comentaba hace poco que durante los fines de semana se dedica a dormir, sin prácticamente salir de la cama. El ritmo monótono que día a día define su vida laboral ha acabado aparentemente con su capacidad para poner en marcha su propósito, la ha vaciado de su anterior habilidad para plantearse retos.
Por el momento y, lejos de atender a mis sugerencias en relación al bienestar emocional, Daniela prefiere creer que está en el lado de la verdad, argumentando que el término “ilusión” deriva de “iluso”, que para ella a su vez representa a alguien pardillo, propenso a dejarse engañar.
Para encontrar el bienestar emocional, expertos como Mario Alonso Puig, médico cirujano por la Harvard University Medical School, propone cuidar del cuerpo, de la mente y del espíritu: “para estar bien, uno ha de encontrar lo que necesita hacer, tanto desde el punto de vista físico como anímico”
Mente como aliada
Insiste Alonso Puig en que, al encontrar el qué y el para qué, hallaremos el cómo; así al menos lo ha expresado durante una ponencia en la jornada organizada recientemente por la plataforma virtual GoodHabitz. “Poner en valor el qué y el para qué nos lleva a generar hábitos”, dice este investigador del despliegue del potencial humano; “lo cual es difícil hasta que comprobamos su efecto en nuestra vida”.
Como ejemplo, se cita a sí mismo durante una etapa de su vida como estudiante de medicina; por entonces el hecho de aprender inglés se le antojaba un reto imposible. Un anuncio en un panel de la facultad le hizo darse cuenta de lo que vendría después: el idioma anglosajón le abriría muchas puertas. Y así fue como llegaron las becas con destino a Finlandia y Austria: “saber inglés me ayudó a ser mejor médico”
Cuenta este cirujano que se marcó el propósito de hablar inglés desde la rutina diaria de dedicar diez minutos al estudio de tal idioma. Durante dos años no hubo jornada en la que se saltara dicha costumbre, cuyo resultado fue que alcanzó su reto. “Hay ocasiones en las que desconfiamos de la fortaleza de lo pequeño, pero en el fondo lo que ocurre es que nos falta disciplina” dice este experto en el área de investigación del potencial humano.
“La forma en la que nos enfrentamos a los retos es lo que nos hace seguir”, dice Alonso Puig, quien afirma que, hoy por hoy, nadie sabe lo que es la mente, ya que “cambios en la nutrición o el deporte, que en principio no están relacionados con la mente, sin embargo, nos mejoran” No obstante, “con la mente, en ella, tenemos un poderoso aliado o un temible enemigo”.
Considera que existen hábitos relacionados con el cuerpo, la mente y el espíritu que es preciso entrenar.
Revolución de los buenos hábitos
Dice Mario Alonso Puig que adaptarse no significa resignarse a lo que hay, “sino evitar el miedo al futuro; también disfrutar, aunque sea con incertidumbre, así como crear entornos amables, humanizar la sociedad sin tantos ansiolíticos y encontrar una nueva forma de vivir”
Su revolución de los buenos hábitos se desgrana a través de los siguientes aspectos, que te invito a entrenar:
Postura del cuerpo. “Quizá algunos piensen que la función del cuerpo es la de sostener la cabeza”, dice con ironía el médico, para posteriormente explicar que el área cerebral denominada Ínsula de Reil es capaz de leer la postura del cuerpo, “desencripta los mensajes corporales”, de forma que, ante una postura de hombros caídos, la lectura es que la persona no tiene autoconfianza, por lo cual se genera la respuesta mental correspondiente a dicha pose. “Es la autoimpresión que transmito a mi quinta área cerebral”, dice Alonso Puig.
Nutrición adecuada. En materia de alimentación, pensamos en nutrirnos adecuadamente pensando en la salud de nuestro sistema vascular, sobre todo del corazón, sin darnos cuenta de que el cerebro también requiere una nutrición idónea. La misma reduce considerablemente la inflamación cerebral, a su vez asociada a patologías de ansiedad y depresión.
Ejercicio físico liberador de neurotrofinas. Son tres los tipos de proteínas que ayudan a la supervivencia de las neuronas, en el cerebro, el corazón y el tubo digestivo. Son las neurotrofinas que se liberan mediante el ejercicio físico, las cuales están implicadas en la generación de nuevos circuitos, necesarios para realizar los nuevos aprendizajes.
Calmar la mente y el cuerpo. Hace más de 25 siglos que Lao Tse habló de que cuando alguien está deprimido es porque se halla en el pasado; si está preocupado, en el futuro; sólo si se encuentra en el presente es cuando está bien. Mario Alonso Puig explica que, tanto cuando nos situamos en el pasado como en el futuro, por defecto se activa una red neuronal que implica la desactivación de la red ejecutiva central, que es la que opera cuando nos situamos en el presente. Y viceversa, de ahí que sea conveniente situarnos en el presente, pues si calmamos la mente, también el cuerpo.
Cuidar el alma. “No sólo somos materia, pues hay algo más profundo”, dice Mario Alonso Puig, quien nos propone cuidar el alma mediante diversas conductas: “evitar ser indiferentes a los demás, ser amables, cariñosos con los demás; ser capaces de sentir empatía, compasión y capacidad de perdón”
Este investigador del potencial humano nos deja dos perlas más: “hemos de ser capaces de valorar la diversidad de momentos vitales, por ejemplo, en el ámbito intergeneracional, así como reconectar con la naturaleza, para lo que nos basta con un sencillo paseo”
¡Feliz Propósito de Vida! ¡Feliz Coaching!
Y recuerda que…
La forma en la que nos enfrentamos a los retos es lo que nos hace seguir adelante
¿Para qué te levantas cada día? ¿Tienes tu propósito?
Nuestro cerebro es capaz de identificar la postura corporal, adoptando una actitud mental acorde con la misma
Unas pautas adecuadas de alimentación permiten el buen funcionamiento de cuerpo y mente
Para cuidar nuestra alma podemos entrenar la empatía, la compasión y el perdón
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