Si decimos de alguien que es una persona inteligente, probablemente nos estaremos refiriendo a su inteligencia cognitiva o, todo lo más, a la suma de ésta y de la denominada inteligencia emocional. No obstante, ya hay descritas hasta una docena de inteligencias, a la que se suma ahora la artificial. ¿Cuál es tu inteligencia destacada? ¿Crees que es más inteligente la mente humana, o el cerebro de un ordenador? Desde el Coaching te invito a descubrirlo.
Hace algunos años, ser inteligente definía a una persona con habilidades en materia matemática, preferiblemente de lógica y cálculo. También se calificaba así a los empresarios de éxito, cuya astucia y competitividad situaban en los más altos puestos del escalafón socioeconómico.
La popularización de las teorías de Salovey y Mayer por parte de Daniel Goleman provocó que pusiéramos nombre a una de nuestras dimensiones más humanas: llegó la Inteligencia Emocional. Bien es verdad que lo hizo bien pegadita al mundo empresarial, destacando los beneficios económicos que comportaba tal habilidad.
Los departamentos de recursos humanos finalmente recogieron el guante y, poco a poco, fue integrándose el concepto de IE o inteligencia emocional, que llegó también al entorno educativo.
Aún hay otros diez tipos más de inteligencia: lingüística, espacial, corporal-sinestésica, intrapersonal, interpersonal, naturalista, existencial, creativa, colaborativa y musical. De esta última se dice que es la primera inteligencia que se desarrolla en el ser humano y la última que se pierde.
Para algunos expertos, la inteligencia es un concepto subjetivo, es decir, que depende de quién la mide; por ejemplo, si lo que se pondera es la lógica matemática, el más inteligente será aquél que resuelva el problema.
En cualquier caso, y hablemos del tipo que hablemos, la inteligencia humana se basa en la plasticidad del cerebro, que se adapta a los cambios; esto la contrapone a lo que se conoce como Inteligencia Artificial, I.A., que es la que se presupone en máquinas inteligentes, fundamentalmente ordenadores. En este caso, se trata de “cerebros” dotados para resolver prácticamente todo lo relativo a aquello para lo que están programados.
Se pone el ejemplo de un lagarto y un ordenador, ambos expuestos a la luz solar. Cuando llegue al umbral máximo de resistencia, el lagarto se moverá hacia la sombra. El computador, a no ser que esté dotado de ruedas y se le dé la orden precisa, terminará su vida útil achicharrado por las altas temperaturas del astro Lorenzo.
Habilidad e inteligencia
Han sido varios los expertos que han investigado a propósito de la inteligencia; los postulados de Howard Gardner han llevado al concepto de las inteligencias múltiples, es decir, que cada ser humano está dotado de muchas, por lo que el concepto de inteligencia unitaria ha quedado en desuso.
La lógico-matemática es la inteligencia que nos faculta para las operaciones matemáticas, pero también requiere de nuestras habilidades deductivas o de inferencia.
Inteligencia lingüística define habilidades en el dominio del lenguaje, pero también de gestos para la comunicación no verbal y escritura. La espacial nos dota de la capacidad de ver algo desde distintas perspectivas, o también de visualizar imágenes para la resolución de problemas.
La inteligencia corporal-sinestésica hace referencia a la habilidad para utilizar el cuerpo de forma coordinada. Es la que poseen bailarines y coreógrafos, por ejemplo.
Autoconocimiento, autoapreciación y conocimiento de la condición humana son habilidades implícitas de la inteligencia intrapersonal. Mientras, la interpersonal faculta al ser humano para mantener relaciones con los demás de manera eficiente.
La emocional integra las dos últimas, mediante el quinteto formado por las siguientes habilidades: autoconciencia emocional, autocontrol emocional, automotivación, empatía y habilidades sociales. La naturalista pone el foco en la relación con la naturaleza, en la capacidad, entre otras, de entender, clasificar, ordenar, distinguir y utilizar los elementos del medio ambiente.
El significado de la vida y de la muerte es tarea de la inteligencia existencial, que describe habilidades relacionadas con la meditación y la reflexión. Fluidez, flexibilidad y originalidad forman parte de la inteligencia creativa, más desarrollada en esas personas que, de alguna manera, van por delante de algunos acontecimientos. Finalmente, la inteligencia colaborativa, quizá la más actual de todas, hace referencia del bienestar producido a partir del trabajo en conjunto, en equipo, tanto en organizaciones empresariales como sociales.
Todas estas inteligencias están relacionadas con los sistemas de representación definidos por la Programación Neurolingüística: auditivo, visual y kinestésico. El primero se refiere a la información en forma de datos; esto haría referencia a lo relativo a las inteligencias lingüística, lógico-matemática, musical e incluso existencial.
El sistema de representación visual, referido a la percepción de imágenes, tiene que ver con la inteligencia espacial, la lógico-matemática y la naturalista. El sistema kinestésico utiliza sobre todo la inteligencia emocional, también la inter e intrapersonal, la musical, existencial y hasta la colaborativa.
Los tres sistemas de representación son utilizados por todas las personas, si bien es cierto que cada uno tenemos uno de ellos al que recurrimos más.
Coaching e inteligencia
¿Cuáles son tus inteligencias más destacadas? ¿Hay alguna que te gustaría fortalecer? ¿Crees que eres muy inteligente? ¿Cuáles opinas que son los medidores de la inteligencia humana?
Desde el Coaching te propongo el siguiente reto: averigua tus capacidades, aquello que te hace inteligente. Para este proceso, te invito a que cojas tu Diario Coaching (un cuaderno o un folio también son válidos) y dividas la página en tres columnas.
La de la izquierda puede llevar por título “inteligencias que tengo”, donde enuncias el tipo, para lo que puedes basarte en la descripción de más arriba. Debajo, detalla las habilidades que justifican tal sabiduría. En la columna del centro, titulada “inteligencias que no tengo”, haciendo lo propio con aquéllas que crees no poseer, detallando debajo las habilidades de las que careces, según tu criterio.
Finalmente, en la columna de la derecha, titulada “inteligencias que deseo tener”, enuncias los nombres de las mismas, seguidas de las habilidades que crees necesarias para ello.
Te propongo que seguidamente leas lo descrito en las tres columnas, corrijas si es necesario el orden o la disposición de tus inteligencias y elijas un objetivo. Por ejemplo, si tus inteligencias son más del sistema auditivo, esto es de datos, y consideras que necesitas desarrollar más el apartado kinestésico, plantéate el reto y formula las preguntas:
¿Es éste mi reto o propósito?
¿Qué me impide conseguirlo?
¿Cómo lo voy a lograr? ¿Qué necesito para obtenerlo?
¿Cuándo?
Te invito también a tener en cuenta un aspecto importante: mientras somos estudiantes, particularmente durante los grados no universitarios, la forma en la que un maestro o una profesora imparte su materia puede influirnos sobre lo que deseamos llegar a ser de adultos. No obstante, también puede confundirnos, haciéndonos creer que “no valemos” para desarrollar una actividad determinada, cuando lo que realmente ocurre es que no hemos conectado con la forma de impartir la materia por parte del enseñante.
¡Felices Inteligencias Múltiples! ¡Feliz Coaching!
Y recuerda que…
Las investigaciones llevadas a cabo por diversos psicólogos concluyen que el ser humano está dotado de inteligencias múltiples
La inteligencia corporal-sinestésica se refiere a la habilidad para utilizar el cuerpo de forma coordinada
¿Cuáles son tus inteligencias destacadas? ¿Sabes distinguirlas? ¿Cuál es tu favorita, la que te hace sentir orgulloso?
La forma en la que un maestro o una profesora imparte su materia puede influirnos sobre las habilidades que creemos tener y carecer
La autoconciencia, el autocontrol, la automotivación, la empatía y las habilidades sociales son los recursos manejados por la inteligencia emocional
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