Al decir de alguien que es confiable o de confianza, expresamos nuestra esperanza en esa persona, la seguridad de que va a responder tal y como creemos que se puede esperar; al confiar en algo estamos apoyando con firmeza, dándonos aliento, ánimo, incluso fortaleza para tomar acción. Pero ¿qué ocurre con la confianza que ponemos en nosotros mismos? ¿cómo andas de autoconfianza? Desde el Coaching te propongo que confíes desde ti y en ti
En términos de Coaching, la autoconfianza es uno de los elementos principales de los que se nutre la autoestima, esto es, el grado en el que nos queremos; pero también hace referencia a otros términos como el de autoeficacia o la confianza que ponemos en la capacidad propia para alcanzar un objetivo.
Hablamos también de la motivación de logro, que consiste en que la persona se pone a prueba para alcanzar un reto por la propia satisfacción y sin poner el foco en la aprobación externa.
Partimos hoy de un decálogo relacionado con la autoconfianza, que nos lleva a responder a las preguntas básicas en un proceso de Coaching:
¿Cuál es mi objetivo?
¿Qué me impide conseguirlo?
¿Cómo lo voy a lograr?
¿Cuándo?
Decálogo de autoconfianza
Hace algunos años, un compañero y yo debíamos tomar una decisión con respecto a una entrega de trabajo en equipo. Al llegar a un cierto punto, debíamos elegir entre dos opciones.
“¿Confías en mí?” Me preguntó mi amigo, como si realmente de él dependiera que nuestra acción fuera exitosa. Lo pensé, aunque no lo dije, que en quien yo confiaba era en mí y particularmente en mi intuición.
En realidad, su pregunta era retórica, ya que ni siquiera esperó a que respondiera. Pero me sirvió para entender que en quien primero hay que depositar la confianza es en uno mismo.
Él planteó la pregunta más como un tic protocolario y mundano que para contar con mi apoyo. Esto último también me hizo comprender, pues mi amigo Raúl había aplicado lo que se conoce como motivación de logro, es decir, conseguir lo que se había propuesto para obtener su propia aprobación, por supuesto, sin contar con la mía para nada.
La teoría de la Autoeficacia, postulada por el psicólogo ucraniano-canadiense Albert Bandura en la década de los setenta del siglo pasado, supone la creencia en la propia capacidad para realizar algo con éxito, así como también el control que uno mismo percibe sobre tal conducta. Es decir, se suman las expectativas de seguridad y las de resultado.
Desde el Coaching te invito a identificar, entre los siguientes puntos, cuáles son los que ya ejercitas y cuáles prefieres entrenar:
Acción. La confianza llega a través de la acción. Este punto guarda relación con el centro de gravedad del Coaching, que parte precisamente de tal concepto.
Aprobación. La única aprobación que necesitas es la tuya. En la teoría de la Motivación de Logro, el foco se pone en la propia satisfacción para lograr un reto, en lugar de contar con la valoración de los demás.
Ansiedad. Para mejorar tu autoconfianza es necesario hacer exactamente lo que se teme. Al lograr mayor confianza en uno mismo se reduce el estrés y con ello la ansiedad. Algunos expertos defienden la técnica de la exposición a lo que se teme, de forma progresiva y al ritmo que soporte la persona afectada.
Aceptación. La autoconfianza parte de la autoaceptación, tanto de lo que se es, como de lo que no se es.
Autovaloración. La compasión empática te permite comprender para qué has de valorarte. Al final del día lo que más importa es cómo te ves a ti.
Evitación de juicio. Sin juicios mejora la autoconfianza y la autoestima. Lo que otros dicen es un reflejo de ellos, no de ti
Autoestima. Entrena un mantra; te propongo que crees tu propia afirmación, del tipo: “Yo valgo, yo merezco, yo puedo”.
Luces y sombras. En ti todo suma, tanto tus luces como tus sombras. Te invito a reflexionar qué es lo que en ocasiones detiene tu acción: ¿es quien eres o quien crees que no eres lo que te frena?
Darte permiso. Te propongo que te des permiso para sentir bienestar emocional, el cual mereces.
Autenticidad. Sólo existe un tú para todos los momentos. Sé tú misma sin miedo. Practica la autenticidad.
¡Feliz autoconfianza! ¡Feliz coaching!
Y recuerda que…
La autoconfianza forma parte de la autoestima, que expresa cómo y en qué grado nos queremos a nosotros mismos
Al hablar de autoeficacia lo hacemos de la confianza que ponemos en nuestra capacidad para alcanzar un objetivo
Mediante la motivación de logro ponemos el foco en la propia satisfacción al conseguir un reto sin tener en cuenta la aprobación externa
La acción, la autoaprobación y la evitación de juicio nutren nuestra autoconfianza
Sólo existe un tú para todos los momentos, por lo que sé tú mismo sin miedos, con autenticidad
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